Sí, es completamente válido realizar una compraventa sin arras. Sin embargo, entender el propósito de las arras puede ayudarte a evaluar su conveniencia en tu transacción.
Lo común en la venta de un inmueble es primero firmar un Contrato de Promesa e incluir arras en este acuerdo. Luego se suscribe el Contrato de Compraventa de Inmueble, el cual debe efectuarse mediante escritura pública, y posteriormente registrarlo en la oficina de instrumentos públicos.
Ahora bien, conforme la Ley el único requisito para transferir el derecho de propiedad de un inmueble es el Contrato de Compraventa mediante escritura pública. Tanto el Contrato de Promesa como la inclusión de arras son completamente voluntarios y no son requeridos por ley, aunque se utilizan frecuentemente por las ventajas que ofrecen.
Las arras son un adelanto o señal entregada como garantía en un contrato, con el objetivo principal de asegurar el cumplimiento del acuerdo entre las partes.
Para que la compraventa de un inmueble sea válida, la ley establece dos solemnidades esenciales:
La única forma legal de probar la propiedad de un inmueble es a través del Certificado de Tradición y Libertad. Si no se cumple con los requisitos de la escritura pública y el registro, la propiedad no se transfiere, y la compraventa no será válida.
El contrato de promesa es un acuerdo en el que las partes se comprometen a celebrar un contrato futuro (el contrato prometido) en un plazo o bajo condiciones determinadas. Aunque este tipo de contrato se puede utilizar para varios tipos de acuerdos, es especialmente común en la compraventa de inmuebles.
El contrato de promesa facilita el proceso de compraventa, ya que permite a las partes gestionar los pasos previos necesarios, como asegurar financiación, finalizar contratos de arrendamiento y coordinar trasteos, entre otros.
Las arras garantizan el cumplimiento del contrato y demuestran seriedad. Al entregar un adelanto, el comprador asegura el inmueble y lo retira del mercado, proporcionando seguridad a ambas partes.
Sin arras, un incumplimiento puede ser más complicado de resolver. Las arras ayudan a simplificar el proceso y brindan mayor claridad y seguridad en caso de problemas.
En la compraventa de un inmueble, no es obligatorio firmar un contrato de promesa ni incluir arras. Sin embargo, estas prácticas pueden ofrecer mayor seguridad y organización, facilitando la transacción y protegiendo a ambas partes.