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¿Es posible vender un inmueble con hipoteca vigente?
Vender un inmueble con hipoteca o crédito vigente es posible, pero implica particularidades y riesgos que el comprador y vendedor deben considerar.
La hipoteca no impide la venta, pero impone condiciones
Cuando un bien inmueble está hipotecado, este sigue siendo la garantía de la deuda que el vendedor mantiene con la entidad financiera. Esto significa que, si el vendedor no cumple con sus obligaciones de pago, el acreedor tiene el derecho de ejecutar la hipoteca y perseguir el inmueble, lo que podría resultar en la pérdida del bien para el nuevo propietario.
A pesar de este riesgo, desde un punto de vista jurídico, la venta de un inmueble hipotecado es posible. Sin embargo, el comprador debe ser consciente de los riesgos que asume al adquirir una propiedad en estas condiciones.
Cláusulas aceleratorias y obligaciones del vendedor
Un aspecto crucial a considerar es la revisión de las estipulaciones contractuales que originaron la hipoteca. Es común que los contratos hipotecarios incluyan una cláusula aceleratoria, que establece que si el inmueble se transfiere, el vendedor debe cancelar inmediatamente la totalidad de la deuda. Esto obliga a que, antes de proceder con la venta, se verifique con el banco o entidad acreedora cuáles son las condiciones y restricciones aplicables.
En muchos casos, la venta se realiza mediante un proceso en el que el precio de la venta del inmueble se utiliza para saldar la deuda con el banco, liberando así la hipoteca antes de que el comprador tome posesión del bien. Este es un escenario bastante común en el mercado inmobiliario.
Diferencias con el embargo
Es importante no confundir una hipoteca con un embargo. Mientras que una hipoteca permite la venta del bien con ciertas condiciones, un embargo es una restricción legal que saca al bien del comercio. Esto significa que, cuando un inmueble está embargado, su venta está prohibida a menos que se levante el embargo o el juez que lo decretó permita la enajenación bajo circunstancias específicas.
El embargo, en esencia, bloquea cualquier transacción sobre el inmueble hasta que la situación legal que lo originó sea resuelta. Esto contrasta con la hipoteca, donde la propiedad puede ser transferida, pero con el riesgo asociado de que el inmueble aún esté sujeto a la deuda garantizada.
Conclusiónes
En resumen, vender un inmueble con hipoteca es legalmente posible, pero el comprador debe ser consciente del riesgo inherente a esta transacción. El bien sigue siendo garantía de una deuda, y si esta no se paga, el inmueble puede ser ejecutado por el acreedor. En contraste, un bien embargado no puede ser vendido hasta que se levante el embargo o el juez que decretó el embargo lo permita.